Actrices hay de todas, pero porno que sean pelirrojas son únicas. Aquí les mostramos el top 10 de las mujeres más guapas.
Alice Green: Menudita, atrevida y de 21 años. Alice Green es algo así como el sueño de todo joven universitario.
Mia Sollis: Bella y simpática. Mia Sollis nació en 1990 y alardea de su figura en cada toma. No ha podido entrar muy bien en la industria del high porn porque tiene un tatuaje demasiado grande y feo en la espalda. Sin embargo, se conforma con dejarse tomar muchas fotos en poses en que no se le vea la marca de tinta. Error de juventud.
Kloe Kane: Sí que ha entrado de lleno en las cuidadosas producciones artísticas del high porn. Comenzó en el porno apenas cumplió la mayoría de edad y ahora todo el mundo tiene que ver con ella porque es una auténtica belleza pelirroja.
Alex Tanner: Lo menos que te podrías imaginar es que esta señorita es una actriz porno. Es norteamericana de orígenes irlandés y alemán. Ha hecho todo lo que la industria exige y siempre parece dispuesta a más.
Michelle Starr: A esta hermosa ucraniana también la conocen en la industria como Red Fox, y es una de esas profesionales disputas a todo cuando sea.
Leanna Decke: Nació en 1991. Esta pelirroja se hizo famosa a partir de su aparición en la Playboy norteamericana del 4 de julio de 2011. Desde entonces ha hecho videos breves para adultos en los que actúa sola.
Heather Carolin: Descendiente de escoceses e indios norteamericanos, Heather Carolin también comenzó con una aparición en Playboy. Sin embargo, aparte de los videos para adultos ha salido en videos musicales y cuanta oportunidad se le presente.
Audrey Hollander: Nunca ha hecho una escena que no incluya anal. Nunca. Esa confesión la hizo en 2007, cuando ya llevaba más de 200 películas rodadas y estaba comenzando su carrera como directora.
Faye Reagan: Es una de las actrices porno más famosas de la industria. Ha protagonizado más de 70 películas y prácticamente lo ha hecho todo.
Elle Alexandra: Es la más bonita de todas. Solo hace porno lésbico y eso aumenta el dramático deseo de sus seguidores, que sueñan con verla poseída por un hombre para sentirla más cernana y menos semidiosa.