No importa si cuentas con un presupuesto limitado para tu boda, tu vestido de novia debe verse como de un millón de dólares.
Además, si lo piensas bien, este probablemente sea la prenda más costosa que te comprarás jamás, ¡así que mejor que luzca como lo que es!
Toma nota de estos detalles que diferencian a un vestido de calidad de un vestido barato, y no nos referimos al precio:
1. Es muy blanco: un blanco brillante puede jugar en tu contra en vez de favorecerte, puesto que todos los detalles del vestido pueden perderse por un blanco tan fuerte, sobre todo en las fotos, y en vez de verte romantica y femenina, terminas viéndote dura y pasada de moda. Mejor considera un blanco mucho más suave, como el marfil o el crema (y no caigas en tema de que todos los vestidos de novia deben ser blancos, eso ya no es regla). No hay nada malo con insertar un poco de color en tu vestido.
2. Está hecho con telas sintéticas, de baja calidad, o encaje de máquina de coser: los vestidos de novia necesitan de una gran cantidad de tela, y material como la seda y el encaje hecho a mano, son caros. Es por eso que muchas marcas de vestidos de novia usan polyester para mantener bajos los costos de producción.
Si no dispones de un gran presupuesto, es mejor que escojas un vestido mucho más simple con una pequeña cantidad de encaje hecho a mano se verá de mejor calidad que uno que esté enteramente cubierto de un material barato. Pero si de verdad quieres el vestido pomposo, y no tienes el dinero para comprar las telas de alta calidad, puedes considerar adquirir un vestido de segunda mano. Una vez que lo mandas a adaptar a tu cuerpo, la única forma en que se enterarán que no lo compraste nuevo es si se los cuentas a tus amigas.
3. Es muy brillante: ¡no dejes a nadie ciego! Y opta por las telas en tono matte. Un vestido puede parecer hecho con sábanas de satén aunque esté elaborado con las telas más caras, solo por la tela brillosa que elegiste. Y tampoco te sobrepases con los diamantes de imitación; cuando se trata de hacer un vestido brillar, definitivamente menos es más.
4. Cuando lo miras bien, te recuerda un poco a un disfraz sexy de Halloween: Esta bien que quieras verte muy hot el día de tu boda, pero debes tener en cuenta que si tu ajuar tiene a la vista la corsetería, espalda con cordones, o un escote que llega hasta la cintura, pues olvidate de que te llamen sofisticada. En vez de hacerte un vestido con todos estos detalles, enfócate en uno solo.
5. Tus senos gritan auxilio: ¡No tienes que apretarlas tanto! La idea es que tu pecho vaya a la perfección con el vestido, no que se salga de él. Por suerte, es una tarea de tu diseñador o costurero mantenerlas en su lugar.
6. Hay muchas cosas pasando al mismo tiempo: rufles, lazos, cuentas, encajes, ¡todo en un solo vestido!, No, no y no. Ante los demás, lucirás como una novia que no pudo decidirse por su detalle favorito. No tengas miedo en centrarte en un elemento que sobresalga en tu vestido y hasta dejar partes sin adornos, puesto que así crearás un balance y te verás mucho más elegante.
7. Te decidiste por el corte strapless y cada vez que te lo pruebas tienes que estar subiéndote la parte superior: Así como lees, imaginate en la fiesta, o hasta caminando al altar y sosteniéndo el corset para que no se te caiga. Se ve horrible y de mal gusto. A lo mejor es porque el vestido no tiene el ajuste exacto a tu cuerpo, o no estás acostumbrada a usar un traje strapless por muchas horas. Tienes que pensar, que si nunca usaste vestido con este corte, el día de tu matrimonio no es el día para empezar a hacerlo. Te recomendamos mejor elegir un vestido con pequeñas tiras, lo agradecerás al final del día.
8. Exageraste los accesorios: la mayoría de los vestidos de novia no necesitan muchos ornamentos que los acompañen, ya que el ajuar por sí mismo ya viene bastante adornado. Y no hay nada que convierta a una hermosa novia en una novia vulgar que una sobredosis de accesorios llamativos. Limítate a una sola pieza que te haga lucir elegante, esto quiere decir que debes elegir entre la corona y el cinturón de piedras, nunca los dos juntos.
9. 2 palabras: vestido Mullet: elimina la posibilidad de verte glamurosa si decidiste caminar al altar con un vestido que es minifalda adelante y largo atrás. Siempre escoge un solo largo, no dos.
10. Querías ser princesa Disney, y terminaste como novia Gitana: Si tu fuente de inspiración es una película animada, lo más probable es que termines luciendo como una caricatura. Si lo que quieres es verte como una princesa, inspírate en algo más real, como Kate Middleton el día de su boda, que llevó un vestido en corte A hasta el piso, con pocos accesorios, para no opacar lo llamativo del vestido.
Apúnta estos datos y revisa con tus amigas que tu vestido de novia no cumpla con alguna de estas premisas de ser así, ¡todavía estás a tiempo! tú eres la protagonista en este gran día y debes ser la más radiante de todas.
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