¡Lo difícil es llevarlo a cabo! Por eso acudimos a los expertos en busca de los mejores tips para ser más comedidos con lo que gastamos…
1. Deja en casa las tarjetas de crédito: si sales con el dinero necesario para comprar lo que necesitas, automaticamente estás evitando sucumbir a las compras compulsivas, que son las que generalmente desequilibran tu presupuesto. Cuando tienes una tarjeta de crédito a la mano, hay más probabilidades de gastar en cosas que no necesitas.
2. Espera: por 30 días, prométete que no harás ninguna gran compra sin consultarlo con la almohada. La próxima vez que veas algo que quieras comprar inmediatamente, pregunta en la tienda si te lo pueden reservar hasta el otro día. Si todavía lo deseas después de 24 horas, entonces compralo Aunque no lo creas, esta regla puede hacer que tomes mejores decisiones y que ahorres grandes sumas de dinero.
3. Cuando compres online, compara precios: antes de pagar lo que tengas en el carrito de compra de tu tienda favorita, revisa el precio del mismo en distintos sitios web hasta dar con el que tenga la mejor oferta. Te sorprenderás con la diferencia de precios que puedes encontrar entre una página y otra (sobre todo cuando se trata de aerolíneas).
4. Deja de comprar tu capuccino favorito: si estás buscando una manera sencilla de ahorrar dinero, puedes empezar por dejar de ir todos los días a tu cadena de café favorita. Opta por tomar el café de la oficina (que es gratis), o comienza a prepaparlo en casa. Al final del mes ese efectivo que guardaste puede servir para algo de mucho más valor.
5. Con cada pago de tu sueldo, transfiere un porcentaje a otra cuenta: a principios de cada mes, dedica un porcentaje de tu salario (digamos el 10 o 20%) a depositarlo en una cuenta de banco separada. El truco de esto es que la transacción se haga automáticamente; así no te duele ni te saltas esta tarea cada vez que corresponda.
6. Haz un stop a tus salidas de fin de semana: no decimos que dejes de salir para siempre, pero pon a prueba no salir un fin de semana con tus amigas, y verás todo lo que ahorrarás.
Salir en las noches no sólo implica bebida, también tienes que tomar en cuenta transporte (gasolina o taxi), propinas, etc. Que al final de cuentas (literalmente) ¡se transforman en todo un presupuesto! Además, no significa que no te vayas a divertir; hazle un pequeño giro a los planes e invita a tus amigas a casa. Una película, palomitas de maíz y conversar toda la noche puede ser tan entretenido como encontrarse en un bar.
7. Olvídate del delivery en el trabajo: la mayoría de las personas no sabe la cantidad de dinero que gastan semanalmente comiendo afuera (sobre todo si trabajan en una oficina). Un tip para los más perezosos: haz más comida de la que vas a consumir en la cena, y guarda esas sobras para tu almuerzo del día siguiente. El esfuerzo se verá reflejado en tu bolsillo.
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