La policía de Sandy Springs, EE. UU había sido llamada para que investigaran a las mujeres que al parecer vivían en una van. Cuando los agentes se acercaron al auto parqueado frente a una tienda, se dieron cuenta que había un gran número de gatos adentro y que el vehículo apestaba a un fuerte olor a orines y heces, según reporta Atlanta Journal Constitution.
Wingate dijo a los oficiales que ella y su madre trabajaban en una clínica veterinaria local y que se encontraba frente a la tienda esperando a su madre mientras compraba agua.
Poco después la policía descubrió que las mujeres habían tenido una orden de arresto por un cargo de crueldad animal, ya que en marzo de 2016 se descubrió que vivían con 20 gatos. En esta ocasión, fueron arrestadas por violar su periodo de prueba y tener mascotas nuevamente.
Algunos de los gatos tenían apenas días de vida y 34 de ellos fueron puestos en adopción, pero los otros cuatro estaban demasiado enfermos para ser adoptados, de acuerdo con el portal Opposing Views.