Cuando buscamos cambiar nuestros hábitos por algunos más saludables, nos centramos en la alimentación y un régimen de ejercicio, por lo que la mayoría de las veces el sueño es un factor que no tomamos en cuenta.
Dormir correctamente durante la noche es primordial para tener buena salud, nos da descanso, las células se regeneran y el cuerpo reposa después de un día agitado.
Normalmente se recomienda dormir de seis a ocho horas diarias, y que si dormimos menos de seis las probabilidades de muerte prematura se elevan en un 12%.
Un estudio llevado a cabo por el Consejo Británico del Sueño, dormir menos de seis horas incrementa la posibilidad de morir más joven, así como de desarrollar diabetes, obesidad o enfermedades cardiacas, incluso los niveles de estrés aumentan.
Muchas veces es complicado conciliar el sueño o dormir mucho, ya sea por diferentes ocupaciones, trabajo o trastornos como el insomnio. Pero es importante tener una buena dosis de sueño, sino el cuerpo se deteriora y el envejecimiento es más rápido.