Durante su difícil época entre 2007 y 2008, en la que peleó la custodia de sus hijos y terminó en observación psiquiátrica, Britney Spears también abusó de drogas.
Al menos eso es lo que dice la Corte de Apelaciones de California, según reveló el portal web TMZ.
Fue el equipo de Spears el que reveló detalles de la cantante como parte de un proceso para evitar que ella declare en un caso que inició Sam Lufti, quien fungió como su mánager en esa época complicada.
El conflicto en tribunales comenzó en 2012 cuando Lutfi denunció a Britney y a sus padres por incumplimiento de contrato, injurias y difamación, después de que la madre publicase en su biografía que Lufti había manipulado a Britney, drogándola y cortando sus comunicaciones para convertirse poco a poco en su guardián.
Lutfi mantiene en su denuncia que sólo accedió a administrar la carrera de Spears si dejaba de drogarse y si le concedía el 15% de sus ganancias durante el tiempo que fuera su manager, según The Hollywood Reporter.
La relación entre ellos terminó en 2008 cuando el padre de la cantante consiguió que un juez le diese la tutela.
Además, ella estaba luchando con el abuso de drogas, se lee en los documentos.