Los arqueólogos del museo de historia de la ciudad mongola de Khovd encontraron en las montañas del Altái la momia de una mujer de origen túrquico. La antigüedad del hallazgo es de más de 1.500 años, escribe el periódico ‘The Siberian Times’.
Tras las excavaciones realizadas en el lugar, antiguamente ocupado por asentamientos de pueblos túrquicos, los científicos encontraron una momia que supuestamente pertenece a una mujer. Cerca del cuerpo habían sido depositadas varias prendas de ropa de algodón y lana, adornadas con bordados.
La momia se conservó perfectamente gracias a las bajísimas temperaturas que se alcanzan en la zona, comenta B. Sukhbaatar, investigador del museo de Khovd.
Durante las excavaciones también se encontraron una silla, riendas, restos de un caballo, un jarrón de barro y una artesa de madera. El hecho de que entre los objetos enterrados junto con el cadáver no hubiera ni arcos ni flechas hizo suponer a los investigadores que la momia pertenece a una mujer.
Las primeras tribus túrquicas aparecieron en Asia Central a principios del siglo VI, y más tarde llegaron al territorio de Siberia. Según manuscritos chinos, estos pueblos tenían su propia lengua, cultura y escritura.
Durante la ceremonia funeraria depositaban en la tumba todos los objetos que creían que el difunto podría necesitar en el inframundo.