El actor Jim Carrey disfrutó de una cena con amigos en el restaurante The Chester del hotel Gansevoort, en el Meatpacking District de Nueva York, donde pidieron agua con gas, una botella de vino pinot noir, pollo al limón y un plato de quinoa.
El coste total del menú fue de 151 dólares, cifra que Carrey incrementó con una propina de 225 dólares para la persona que les atendió, según informa Page Six.
«Todo el mundo parecía estar de muy buen humor», contó una fuente al periódico.
Pero Carrey no es al único al que le gusta dejar propinas generosas cuando sale a comer, el pasado verano Kim Kardashian dejó una propina de 300 dólares en un restaurante de Nueva Orleans cuya comida le había costado 200 dólares. Amy Schumer, por su parte, dejó en junio del año pasado 500 dólares al estudiante que le atendió en Peter’s Clam Bar después de una comida de 49 dólares.