En primer lugar, es real. En segundo, con vestidazo de Elie Saab y Jennifer López y Enrique Iglesias poniendo la música en directo. ¿Qué porcentaje de novias en todo el mundo podrían permitirse una boda así?.
Un vestido de Elie Saab completamente cubierto en cristales y piedras preciosas, valorado en unos 25 mil dólares; actuaciones en directo de artistas como Enrique Iglesias o Jennifer López; paredes cubiertas de flores frescas evocando jardines idílicos… Y, así, hasta un total de mil millones de dólares que se rumorea que costó la boda.
Evidentemente, no son una familia común. Él, 28 años, hijo de un multimillonario ruso y, ella, de 20, estudiante de odontología en la Universidad de Moscú. Cuando entre los progenitores hay cientos de millones de dólares, la historia comienza a cuadrarnos un poco más.
Así, el lujo fue el protagonista de este enlace. La celebración tuvo lugar en uno de los restaurantes más lujosos de Moscú, repleto de flores y luces que colgaban desde el techo e impregnaban de color todo el espacio. El vestido, por su parte, era ese tipo de pieza con el que cualquier niña sueña para el día de su boda (o para llevarlo el resto de días de su vida); un auténtico vestido de princesa, acristalado, firmado por Elie Saab y con tiara incluida.
Cada elemento de la boda estaba cuidado al máximo detalle. Por ejemplo, una tarta nupcial de casi dos metros o un consejo de bienvenida, formado por un total de 600 personas que daban el paso (perfectamente vestidos y en sintonía) al gran banquete. Por supuesto, los trajes de las invitadas también formaban parte de este peculiar cuento de hadas y, los coches, Rolls Royce.
Pero lo más fuerte de esta superboda vino con las actuaciones musicales. Con tanto lujo y derroche, había que poner banda sonora a este día de princesas. Los novios quisieron hacer un viaje en el tiempo, concretamente, a 2005, y contaron con las actuaciones de Jennifer López, Sting y Enrique Iglesias. Y, para acabar, como en cualquier boda, los invitados subieron a cantar y saltar con el grupo musical. La diferencia es que, en este caso, sobre el escenario estaba Sting.