Entre 100 y 130 millones de mujeres han sufrido este daño. Se conoce que es una tradición religiosa, que ha pasado de generación en generación, pero que viola los derechos humanos y que además se practica en 28 países de África.
Cabe destacar que esta tradición se ha extendido por Europa y Oriente Medio en donde alrededor del 95% de las somalíes están mutiladas.
«El planchado de los senos es una práctica, que consiste en masajear los senos de las niñas con objetos duros y calientes», explicó Arreytaku en entrevista con EL TIEMPO. Según esta ‘tantine’, la creencia de las madres y las abuelas que realizan esta práctica es que el desarrollo temprano de los senos conlleva embarazos a una corta edad. «Ellas creen que con estos masajes las niñas serán menos atractivas para los hombres y así tendrán la oportunidad de ir al colegio», afirmó la voluntaria del Proyecto tantines. Según un estudio realizado por la Sociedad para la Cooperación Técnica (GTZ), el 24 por ciento de las niñas de Camerún sufren el ‘planchado de los senos‘.
De acuerdo con la investigación, el 50 por ciento de las niñas cuyos senos se empezaron a desarrollar antes de los nueve años fueron víctimas de esta práctica.
Para frenar el crecimiento de los senos, las madres y las abuelas utilizan diferentes instrumentos, como espátulas, palos o piedras, siempre calientes.
Pero, más allá de los efectos en los cuerpos de las niñas, Arreytaku señala que lo más grave es el resultado psicológico. «Al principio muchas creen que está bien, creen que es lo correcto, pero luego te das cuenta de que tienen algún tipo de trauma», explica.
