El Virus de Papiloma Humano o VPH es una infección de transmisión sexual que puede alojarse en el área ano genital, boca y garganta. Este mal ataca principalmente a las mujeres quienes podrían desarrollar cáncer de cuello uterino, uno de los tipos de cáncer que cobran más vidas en el mundo.
Por esta razón, iMujer.com tiene el abecé del Virus de Papiloma Humano, un compendio informativo que pretende explicar a fondo en qué consiste, cómo actúa y qué métodos hay para enfrentar este mal.
Génesis y actuación del Virus de Papiloma Humano en el cuerpo
Según el doctor Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia Colombia, «el virus aprovecha las rupturas de la superficie del área genital. Es allí donde se produce una ruptura y penetra al tejido epitelial contaminando las células».
El sistema inmunológico puede luchar contra el virus y en la mayoría de ocasiones logra deshacerse de él. Sin embargo, algunos tipos de VPH son capaces de hacer frente a las defensas del cuerpo produciendo infecciones persistentes, las cuales están directamente relacionadas con la generación de cánceres como el de cuello uterino, pene, garganta, producción de verrugas genitales o enfermedades del área rectal.
En las mujeres, el VPH ingresa por la cavidad vaginal e infecta las células de la mucosa que revisten la entrada al útero, multiplicándose y causando la muerte a los tejidos del cuello uterino.
Mientras se genera este cambio, los genes del virus promueven la división celular formando un tumor que puede aparecer entre los 10 y 30 años después de la infección.
El Virus del Papiloma Humano y el cáncer de cuello uterino
A continuación iMujer.com revela algunas cifras del VPH y la generación de cáncer de cuello uterino.
Existen más de 100 cepas o fenotipos del Virus del Papiloma Humano. De ellos, 40 infectan el área ano genital, 13 son considerados de alto riesgo y 2 (VPH del tipo 16 y 18) son responsables del 90 por ciento de casos de cáncer de cuello uterino.
Cada año se producen cerca de 500 mil diagnósticos de cáncer cervical en el mundo, de los cuales, el 80 por ciento se registran en países pobres.
En América Latina y el Caribe 33 mil mujeres pierden la vida cada año por causa del cáncer de cuello uterino.
En Colombia, se registran 6.800 casos nuevos de infección por Virus de Papiloma Humano y 3.300 mujeres mueren al año debido al cáncer cervical.
Toda persona sexualmente activa está en riesgo de contraer el Virus de Papiloma. Esta ITS (Infección de Transmisión Sexual), altamente contagiosa, no genera una sintomatología clara que indique la presencia del virus en el cuerpo.
Sin embargo, existen ciertas cepas del virus que generan verrugas genitales, las cuales son un signo que exterioriza el contagio. Se infiere que si aparecen estas verrugas el virus está en presente en el cuerpo.
La prevención es la respuesta
Hay recomendaciones para prevenir el contagio por VPH. Presta atención a estos consejos.
Usar siempre condón: aunque el preservativo no protege 100 por ciento contra el virus, debido a que no se recubre en su totalidad el área genital, sí minimiza la posibilidad de contagio.
Limitar el número de compañeros sexuales: tener relaciones sexuales con muchas personas incrementa el peligro de infección. Se recomienda sostener relaciones monógamas, con una sola pareja sexual, para disminuir el riesgo.
Realizar periódicamente la citología: para las mujeres es fundamental realizarse este examen ya que la citología puede diagnosticar a tiempo el cáncer de cuello uterino producido por el VPH.
Efectuar un esquema de vacunación: vacunarse contra el Virus de Papiloma Humano es uno de los métodos más efectivos para su prevención. Estas vacunas aumentan la posibilidad de hacer frente al virus y así evitar el cáncer de cuello uterino y la aparición de verrugas genitales.
Todos estamos expuestos a contraer el Virus de Papiloma Humano. Por ello, se deben encender las alarmas y tomar todas las medidas para prevenir esta infección.
Si bien este mal es latente en la sociedad, el estar informado, saber qué es, cómo actúa y tener una vida sexual responsable pueden ser las llaves para evitar el contagio.