Existen diferentes patrones en el análisis de la materia fecal tal como su consistencia, su olor, su tamaño y su color que pueden revelar nuestro estado de salud. Aquí podemos aprender todo lo que nos dicen las heces de acuerdo a su color y su forma.
A continuación te mostraremos algunos parámetros, para poder clasificar las heces que nos permiten saber como estamos de salud:
Olor: El mal olor propio de las heces y los gases, son causados por las bacterias y estos tienen relación con todos los alimentos que consumimos.
Tamaño: lo común y lo normal en las heces, es un tamaño muy estrecho y a la vez muy alargado. Debemos tener cuenta que cuando su forma se va haciendo muy angosta o afinada y esto, puede ser el inicio de algún tumor o algún cáncer que obstruyan el colon. De igual forma, quienes padecen de colon irritable pueden hacer heces de forma estrecha. A lo contrario, cuando las heces, son muy gruesas o anchas, pueden indicarnos falta de tonificación muscular en el colon a causa de una deficiencia en la absorción de algunos minerales, falta de ejercicios o niveles muy bajos de fibra en todo el organismo.
Consistencia: las heces con una leve mucosidad que las recubre deben ser consideradas, como normales, ya que se trata de una sustancia que produce el intestino para poder mantener las paredes del mismo en condiciones de humectación y lubricación adecuadas.
¿Por qué algunas heces flotan y algunas se hunden?
Las primeras suelen estar formadas por grasa o niveles altos de gas dentro del proceso de fermentación. Cuando existen minerales sin haber sido digeridos, en cambio, las heces suelen hundirse, al igual que cuando su conformación es compacta por falta de una buena humectación.
Color de las heces
El color normal y habitual de las heces, suele ser marrón café con un tono claro u oscuro. Sin embargo, pueden presentarse en distintas tonalidades que pueden estar relacionadas, con algún trastorno o patología, a saber:
Rojo-Rosado: es un signo de sangrado activo.
Negro: puede indicar un sangrado no activo.
Amarillo: este color suele representarse comúnmente, entre quienes practican el vegetarianismo.
Rojo- Anaranjado: característico en personas con hábitos esencialmente carnívoros.
Verde: puede indicar trastornos hepáticos o el consumo de ciertos medicamentos.