El estudio examinó a 697 niños en los EE.UU y descubrió que quienes se convertían en hermanos mayores cuando estaban entre los dos y los cuatro años de edad, su Índice de Masa Corporal era más bajo para cuando tenían seis años que el de quienes eran hijos únicos, informa el Daily Mail.
Aunque los investigadores no han identificado la razón exacta por la que esto sucede, se cree que una de las razones es que cuando llega otro bebé al hogar los padres tienden a volverse menos restrictivos con la alimentación, por lo que los niños aprenden a ser más relajados con sus horarios de comida y por ende son menos propensos a adquirir hábitos alimenticios poco saludables, añade Tech Times.
Otra de las razones que puede influir en estos casos, es que cuando tienen hermanitos, los niños juegan más y son menos sedentarios, lo que influye en que sean más saludables.
Los expertos esperan llegar a saber más acerca de los hábitos alimenticios saludables y su conexión con el hecho de tener hermanos, de manera que todas las familias puedan crear patrones y comportamientos que eviten la obesidad en niños y eventualmente en adultos, ya que los niños obesos tienen más posibilidades de tener problemas de peso a medida que crezcan.