La Justicia china ha condenado a tres años de prisión a un hombre acusado de vender a su bebé, de tan solo 18 días de vida, por 3.230 euros. En concreto, quería este dinero para poder comprarse un iPhone y una moto.
La investigación policial se inició a raíz de la denuncia presentada por el propio comprador, quien decidió entregarse a las autoridades y poner en el caso en manos de los agentes. Según publica el diario ‘The Independent’, este hombre contactó con el padre del bebé a través de una aplicación de mensajería instantánea.
Lejos de desconocer el caso, la madre del pequeño intentó justificar la decisión que había tomado su pareja asegurando que «fui adoptada y los habitantes de mi localidad envían a sus hijos para que los críen y crezcan con otras personas», por lo que pensaba que «no era ilegal».
Según estas informaciones, ambos habían decidido continuar con el proceso de gestación pese a ser un embarazo no deseado. Después de que la joven diese a luz, el padre quiso deshacerse de él para poder comprarse el iPhone y la moto.