El actor Harrison Ford se siente muy orgulloso de la fortaleza con la que su hija Georgia, fruto de su fallido matrimonio con la fallecida Melissa Mathison, madre también de su hijo Malcolm afronta su vida a pesar de padecer epilepsia.
La estrella de Hollywood ha hablado por primera vez de la batalla de su hija contra esta enfermedad neurológica en el evento ‘Find A Cure for Epilepsy and Seizures’ [Encontrar una Cura para la Epilepsia y las Convulsiones] organizado por el Langone Medical Center de la Universidad de Nueva York.
«Mi hija me ha acompañado para darle las gracias a FACES [organización que financia la investigación de la epilepsia]. Admiro muchas cosas de mi hija. Admiro su perseverancia, su talento, su fortaleza. Es mi heroína. La quiero. Cuando uno de tus seres queridos sufre esta enfermedad puede llegar a ser devastador. Sabes cómo afecta a su vida, a su futuro, a las oportunidades que tendrá, y quieres encontrar alguna manera de mitigar todo eso. Quieres encontrar una forma para que pueda vivir una vida cómoda y plena», explicó el intérprete al periódico New York Daily News.
Para la estrella de cine ha sido un honor poder apoyar a una organización que ha ayudado tanto a su familia.
«FACES ha sido una gran ayuda para mi familia. Estoy muy agradecido por eso. Estoy muy feliz de estar aquí», añadió.
Durante el evento, Harrison -padre también de Benjamin y Willard junto a su exmujer Mary Marquardt, y de Liam, a quien adoptó junto a su actual mujer, Calista Flockhart- dio un discurso en el que recordó lo descorazonador que había resultado no saber qué le sucedía a Georgia, a quien en un principio le diagnosticaron un caso de migraña aguda después de que sufriera su primera crisis siendo una niña.
«Unos años después [de la primera crisis] sufrió otra muy fuerte en una playa de Malibú, donde afortunadamente la encontró un director de Hollywood. Fue entonces cuando me dije a mí mismo: ‘Esto es Los Ángeles, aquí están algunos de los mejores médicos del mundo, tienen que ser capaces de descubrir qué le pasa’. Pero nadie le diagnosticó epilepsia», explicó el actor.
Finalmente, Harrison recurrió a los médicos de la Universidad de Nueva York después de que su hija sufriera un nuevo ataque mientras estudiaba en Londres, tras lo cual por fin dieron con el diagnóstico correcto.