Molly Moore es una joven de Spring Lake, en Michigan, fanática de los animales. Ella adora sobre todo a su pequeño perro golden retriever llamado Wesley. Ambos lo pasan genial juntos, pasan horas en los parques y pasean por las calles. El cachorro nació saludable y se desarrolló bien, sólo tuvo un problema que apareció a su corta edad: dientes chuecos. Esto no le permitía cerrar bien la mandíbula, por lo que había que hacer algo al respecto.
Molly trabaja en la clínica veterinaria de su padre, Jim Moore, así que juntos pensaron en una solución para los dientes de su cachorro.
Ellos necesitaban resolver con urgencia el problema de su mascota, porque le traía una serie de problemas.
Se dio la casualidad de que el padre de Molly es un veterinario especialista en el área dental. Él sabía lo que Wesley necesitaba
Es extraño ver a un perro con frenillos, pero los veterinarios aseguran que tiene efectos positivos y funcionan incluso en períodos cortos de tiempo.
Estos aparatos nunca se ponen por un motivo estético, sólo se utilizan para casos en que el animal siente dolor problemas o tiene alguna disfunción. Mucha gente no entiende que Wesley use frenillos, pero hay una razón médica seria de fondo, comenta Molly.
Jim Moore suele hacer este tratamiento aproximadamente 4 veces al año y asegura que tiene buenos resultados.
La clínica de Jim Moore con su hija, subió las fotografías a Facebook y pronto se convirtieron en un éxito. Ya se han compartido miles de veces.