Las escenas de sexo son uno de los momentos más comprometidos para los actores. Salvo que hablemos de cine pornográfico, se trata de escenas simuladas en las que los actores deben lograr transmitir una pasión y excitación que en realidad no están sintiendo, y hacerlo además rodeados de gente y de focos. Forma parte de su trabajo. De su profesionalidad como actores. Y, si se piensa bien, tampoco las muertes, las heridas u otras tantas situaciones son reales cuando de lo que se trata de es de cine.
Sin embargo, para algunos directores, obsesionados con obtener el máximo realismo para sus escenas, no es suficiente. Y no son pocas las películas en las que se han incluido escenas de sexo real. En una de esas ocasiones además de forma además controvertida, si no directamente criminal.
El último tango en París:
El caso de ‘El último tango en París’ es paradigmático. Paradigmático por el abuso que supuso. En la que es quizás la escena más comentada de esta película que en 1972 rodó Bernardo Bertolucci el actor, Marlon Brando, sodomiza realmente a la actriz Maria Schneider con la mantequilla.
«Aquella escena no estaba prevista en el guion, aunque digan otra cosa. Pero no pude decir que no. Debería haber llamado a mi agente o a mi abogado, porque nadie puede ser obligado como actor a hacer algo que no esté en el guion. Pero en ese entonces yo era muy joven y no lo sabía. Así fui obligada a exponerme a lo que creo fue verdadera violencia. Las lágrimas que derramo en esa película son verdaderas: son lágrimas de humillación», contó ella en una entrevista en Daily Mail en 2007.
El propio Bertolucci lo admitía también recientemente en una conferencia en la Cinemateca Francesa: «Son cosas graves, pero las películas se hacen así. Las provocaciones son a veces más importantes que las explicaciones». Y explicaba: «Se nos ocurrió a Brando y a mí mientras estábamos desayunando, cuando él comenzó a untar una baguette con mantequilla y de pronto nos miramos cómplices».
Lo cierto es que a María Schneider, que entonces tenía 19 años, aquello le afectó toda la vida.
El imperio de los sentidos:
Estrenada en 1980 y dirigida por el japonés Nagisa Oshima es una historia que se basa en hechos reales sucedidos en Japón antes de la Segunda Guerra Mundial: la historia de Sada Abe, una ex prostituta que trabaja en un hotel y establece una relación con el propietario en la que buscan llegar al culmen del placer. Ella termina por asfixiarle y cortarle los genitales a su amante.
La película fue muy controvertida por las escenas de sexo explícito que se dan entre los dos actores. Y es que no era solo explícito: también son escenas reales.
No así las de violencia, claro está.
Cruising (A la caza):
Este film de 1980 dirigido por William Friedkin e interpretado por Al Pacino y Paul Sorvino narra la historia de un policía que recorre los bares gays de la ciudad de Nueva York en busca de un asesino en serie de homosexuales, que los mata tras ejecutar con ellos crueles juegos. En este caso las escenas de sexo gay que aparecen en esta película, rodadas en esos bares y barrios, también son reales. De hecho, inicialmente fue calificada como X por la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, pero el director logró que retiraran esta calificación tras eliminar 40 minutos del metraje. Aunque la intención del director no era en absoluto criticar al colectivo homosexual gran parte de él se sintió ofendido al considerar que contribuía a los estereotipos.
Los idiotas:
Este mítico filme de Lars Von Trier, segundo del manifiesto del cine Dogma, ha pasado a la historia por la escena de la orgía antiburguesa, en la que los participantes simulan ser retrasados mentales manteniendo sexo en grupo. A pesar de que la película tuvo bastante éxito fue la última que hizo Lars Von Trier siguiendo los postulados del manifiesto. Sin embargo, sí que ha vuelto a rodar escenas reales de sexo. Lo hizo en la secuencia inicial de ‘Anticristo’ (2009), donde empleó a dos dobles de cuerpo de los actores en la secuencia inicial, y, por supuesto, en Nynphomaniac (2013).
9 songs (9 canciones):
Estrenada en 2004, esta película de Michael Wintterbottom. Es una película particular, rodada en vídeo digital y sin ningún tipo de guión. Lo que busca el director es la máxima naturalidad y ese afán lo traslada también a las escenas de sexo. Los dos actores, Kieran O’Brian (Matt en la película) y Margo Stilley (Lisa), sabían el reto al que se enfrentaban y, de hecho, ensayaron antes de decidir si seguían o no con la película.
Lie with me:
Esta película canadiense, de Clément Virgo, narra la tórrida relación de una joven pareja con miedo a enamorarse. Ambos sexualmente muy activo, piensan que si hay amor el sexo no será lo mismo. Es un drama del año 2005.