Cada año, los estudios cinematográficos gastan millones de dólares haciendo campaña para llegar a los cerca de 6,000 votantes de los premios Oscar, con la esperanza de ganar su reconocimiento.
El caso de una actriz que pagó su propio aviso para solicitarle a los votantes del Oscar que consideren su actuación y el del productor de Hollywood que fue vetado de la ceremonia por hacer campaña en contra de una película rival son solo dos de los más conocidos intentos por influenciar a este selecto grupo de electores.
Según estimaciones, Hollywood gasta entre 100 y 500 millones de dólares al año en hacer campaña con los votantes de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Este no es un tema que le guste conversar a los jefes de los estudios, pero el productor cinematográfico y bloguero Stephen Follows ha recolectado datos anónimos provistos por algunos de sus colegas de la industria al respecto.
Follows asegura que una campaña exitosa para mejor película cuesta unos 10 millones de dólares. La mayoría del dinero va a publicidad, medios de comunicación, estrellas cinematográficas y publicistas.
Durante la temporada de los Oscar, los estudios pagan de forma agresiva por avisos en la prensa especializada. Su objetivo es recordarles a los votantes con gentileza los méritos de sus películas y de las actuaciones de sus estrellas.
Un aviso en la portada de Hollywood Reporter durante la temporada de los Oscar se estima que puede costar hasta 72,000 dólares.