La cantante Britney Spears quiere dejar boquiabierto al público con las coreografías de su serie de conciertos en Las Vegas ahora que ha retomado el espectáculo, por lo que ha prohibido a sus bailarines que consuman alcohol o mantengan relaciones sexuales.
«Britney espera el mismo nivel de compromiso por parte de sus bailarines que el que ella está dispuesta a ofrecer, así que las distracciones como el alcohol o el sexo están fuera de los límites. Cualquiera que no siga las reglas está fuera, es así de sencillo. Hay un montón de bailarines que matarían por formar parte del show y están dispuestos a hacer lo que sea», reveló una fuente a la revista heat.
Britney decidió incluir una cláusula en los contratos de sus bailarines para asegurarse de que no se saltaban dichas restricciones después de concluir su relación con el productor de televisión Charlie Ebersol.
«Desde que está soltera ha estado centrándose en el trabajo. Brit siente más presión ahora que Jennifer López también tiene una residencia en Las Vegas y quiere que todo el mundo esté concentrado», añade.
Este tipo de normas no son nuevas para el equipo de Britney. El padre de la cantante, Jamie Spears, ya prohibió que hubiera bebidas alcohólicas en la gira «Femme Fatale» de 2011 de su famosa hija después de que esta sufriera una crisis nerviosa en 2007.