George Clooney ya no es el ‘soltero más codiciado de Hollywood’. Meses después de estar felizmente casado con la abogada Amal Alamuddin, el reconocido actor reveló una anécdota en el día en el que iba a pedirle matrimonio a la que por entonces era su novia desde hacía seis meses. Aunque por poco todo lo que tenía preparado, sale mal.
En el show de Ellen Degeneres, Clooney empezó contando que ya tenía la sorpresa preparada cuando ella regresaba de un viaje a Londres. Fue de esos momentos horribles, nosotros no habíamos hablado del tema
Yo había planeado todo, tenía el anillo escondido detrás de ella, tenía la música preparada -una canción de mi tía Rosemary, había cocinado la cena. En fin, todo estaba planeado, dijo.
El actor estadounidense prosiguió y dio detalles de lo que hizo a la hora de preguntarle a su ahora esposa si quería casarse con él.
Con un gran sentido del humor, Geroge dijo que cuando se acercaba la canción elegida, Amal se fue a levantar para fregar los platos. La reacción de su ahora esposa lo desencajó. Algo que nunca hace, afirmó el actor con cara de incredulidad.
¿Qué estás haciendo? ¡Vuelve aquí!, le habría dicho George, quien asegura que había apagado la vela para pedirle un mechero que estaba supuestamente en la cajita en la que él había escondido el anillo.
Fue entonces que Amal abrió la caja y dijo: Es un anillo. Sin saber que se avecinaba la gran pregunta. Como si alguien lo hubiera (el anillo) dejado allí otra vez, no lo sé. Yo hacía todos los movimientos con mi cara posible, cuenta el actor. Me puse de rodillas y le dije que yo no podía imaginar pasar el resto de mi vida sin ella. Y se quedó mirando el anillo y me miraba a mi´, y era como Oh, Dios mio, prosigue el actor.
En la entrevista especificó que gracias a la lista de reproducción musical creada para ese momento, sabe que exactamente tardó 25 minutos en darle una respuesta.
Al final, literalmente le dije: Mira, espero que la respuesta sea sí, pero necesito una respuesta. Tengo 52 años y podría romperme una cadera pronto. Entonces Amal reaccionó por fin con un: Oh, sí. De manera que todo salió bien, concluye Clooney.