En ocasiones el cabello tarda tanto en crecer que lo último que queremos es cortarlo y, erróneamente, creemos que es la única salida cuando está maltratado.
Las puntas secas, quebradizas y abiertas pueden ser reparadas antes de que te veas en la necesidad de ir al Salón de Belleza y pedir que te lo despunten para darte cuenta que ¡te cortaron casi la mitad!
Te dejamos algunos remedios para que no tengas que cortarlo.
Toma nota:
Mascarilla: El excesivo uso de químicos daña mucho el cabello, un tratamiento intensivo puede hacer la diferencia. Busca aquellas mascarillas que estén hechas con cremas hidratantes y fortalecedoras, las mejores son aquellas que contienen proteína de soya y extractos de algas. Aplícalas y deja actuar por 20 minutos, lava y repite cada semana para reparar y prevenir el daño.
Shampoo: Olvídate de comprar el shampoo sólo porque huele rico o porque está de oferta, concéntrate en buscar uno para tus necesidades específicas. Además de buscar lo que en realidad necesitas asegúrate que contengan silicona y queratina para dar brillo y fuerza.
Protección: No quieres más daño pero por nada del mundo te vas a olvidar de la plancha, la secadora y/o las tenazas, así que deberás tomar las medidas preventivas paran no dañarlo de más. Aplica un aerosol de protección térmica para proteger el cabello contra el calor, busca aquellas marcas que dejen el cabello suave, den brillo y creen una barrera contra el calor.
Remedios caseros: No hay nada mejor que darle ayuda a tu melena de una manera natural. Lava tu cabello, sécalo con delicados golpes con la toalla y aplica la mitad de una taza de miel mezclada con 2 cucharadas de aceite de oliva; deja actuar por 20 minutos y enjuaga con agua tibia.
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