Es por esto que la gigante ola de Nazaré en Portugal o Cortez Bank en Estados Unidos han adquirido una gran popularidad. Para llegar al éxito, los sufistas son remolcados por una moto de agua.
Sin embargo, correr una ola sin esta ayuda se transforma en una distinción entre los pares. Quizás eso fue lo que pensó el surfista Tom Dosland, quien intentó dominar la gigantesca y mundialmente reconocida ola que se forma en la isla hawaiana de Peahi.
Pese a que partió bien, el deportista perdió el equilibrio cayó de la ola de 12 metros. Pese al susto, Dosland sobrevivió.