Este bolsillo estaba principalmente pensado para guardar y proteger los relojes de bolsillo, de ahí a su nombre en el pasado: ‘El bolsillo del reloj’. Dicho bolsillo, hunde sus raíces en el siglo XIX, cuando los cowboys usaban relojes de cadena y solían guardarlos en su cintura. Con la evolución a los relojes de pulsera y los dispositivos electrónicos, ha pasado a albergar otro tipo de objetos, como monedas, billetes de transporte público o preservativos, según explica un artículo publicado esta semana en la web Perth Now.
El propio blog de Levi Strauss confirma lo dicho:
«Los primeros vaqueros tenían cuatro bolsillos: uno en la parte de atrás y dos normales más el apartado para el reloj de bolsillo en la parte delantera muy común en esa época. Este bolsillo extra se ha utilizado desde entonces para guardar muchas cosas: desde condones a monedas pasando por cerillas, llaves y tiques o alguna cosa pequeña».
Otros elementos que llevan en nuestros vaqueros toda la vida pero que están ahí por una razón son los ribetes (usados en el siglo XIX en los establos pero muy resistentes para fijar los extremos de las diferentes partes que forman el pantalón), la costura especial en la entrepierna (concienzudamente diseñada) y el color amarillo del hilo sobre los bolsillos en los pantalones azules (probablemente, escogido para que pegase con los ribetes).
Curiosamente, la cuestión en sí, volvió a salir a la luz esta semana gracias a un hilo de la red social ‘Quora’ en el que varios usuarios curiosos discutían sobre la utilidad de este quinto bolsillo.