Un camboyano de 34 años espera una cirugía plástica para poder remover de su cara una enorme protuberancia que le provocó trastornos aún más grandes durante su vida. Rechazado por su familia y humillado en las calles, sólo recibió ayuda de una pareja de turistas australianos, quienes están a punto de conseguirle la operación.
La casualidad podría darle una nueva vida a Vid, un indigente, de 34 años, que deambula por las calles de la capital de Camboya, Nom Pen, con el único objetivo de evitar la discriminación. Fue en uno de esas caminatas que se cruzó con una pareja de australianos quienes, de inmediato, se dispusieron a tenderle una mano. Pasó por delante de nosotros y nos sorprendió. De inmediato le dije a mi marido que teníamos que ayudarlo, contó Diana Koski.
Mientras evitaban que los locales lo espantaran, consiguieron un intérprete, quien facilitó la situación. Cuando le pregunté si quería que le sacaran la protuberancia, dijo que sí de inmediato, continuó la mujer, quien prometió buscar ayuda aunque le costara meses conseguirla.
Las respuestas de Vid eran totalmente entusiastas y se mostraba decidido a hacer cualquier cosa para que su cara se pareciera a una normal. Si me sacan la protuberancia, las chicas tal vez se puedan interesar en mí, dijo el hombre, a quien no se le ve la mitad derecha del rostro. Como Koski y su esposo, John Nettleton, no tenían muy claro cómo ayudar, postearon una foto y la historia en su cuenta de Facebook.
Poco después, un empresario de la ciudad australiana de Perth, de donde ellos también son oriundos, se contactó y propuso solventar la cirugía plástica que se realizaría en Singapur.