Según Nano, una noruega de 20 años, fue a los 16 años que se dio cuenta que es una gata, ya que asegura, nació con un padecimiento genético que le permite oír/sentir sonidos ‘más allá de lo evidente’, ‘talento’ que sostiene, los médicos le han confirmado.
Más allá de que sea cierto sus dotes auditivos, la chica adoptó la conducta de gata, pues ronronea, maúlla y sale corriendo cuando ve a un perro en la calle, y no se diga cuando debe tocar el agua.
Su historia retomada por varios medios europeos se hizo viral y mientras algunos la comprenden y apoyan, otros son más directos y la tachan de ‘loca’ entre más sinónimos.
https://www.youtube.com/watch?v=YWeBunPiIzo