Iker Casillas y Sara Carbonero pasan por sus peores momentos desde que se instalaron en Oporto, el verano pasado. Aunque su adaptación a la vida en la segunda ciudad más importante de Portugal había sido más que satisfactoria.
Los problemas para la pareja han comenzado a desencadenarse debido a las malas actuaciones del exportero del Real Madrid y actual guardameta del Oporto. El enfado de los aficionados no se ha hecho esperar y, además, ha salpicado a la propia Carbonero.
Hace unos días, la periodista estaba de compras en la ciudad y tuvo que aguantar los insultos de un grupo de personas que la reconocieron. Le gritaron: «¿Quién te creíste? ¿La nueva Victoria Beckham?», según han contado dos comentaristas de la vida social y del corazón en sendas emisoras de radio del país vecino, citando a testigos presenciales de la lamentable escena. La comparación de Sara con la ex spice girl ya ha salido a la palestra en varias ocasiones. A la vista está que en Portugal algunos aún no se han acostumbrado a semejante grado de estrellato galáctico en el planeta fútbol. De hecho, los grandes nombres lusos desarrollan sus carreras fuera del país, con Cristiano Ronaldo y José Mourinho a la cabeza.
Sara Carbonero, embarazada de su segundo hijo, se quedó estupefacta y optó por no entrar al trapo de las provocaciones. Se trata, sin duda, de unos días difíciles para la pareja, acrecentados por el hecho de que Julen Lopetegui, que ejercía como entrenador del Oporto, ha sido despedido. Él fue quien convenció a Casillas para que fichara por el laureado equipo luso; incluso, el guardameta eligió fijar su residencia en el área de Foz por su proximidad con los domicilios del técnico vasco y del jugador catalán Cristian Tello. Ahora, el desconcentrado Íker se ha quedado sin ese importante respaldo y ve cómo las críticas por sus actuaciones se incrementan debido a que sus fallos propiciaron varias derrotas decisivas ante Dinamo de Kiev y, el pasado fin de semana, ante el Vitória Guimaraes. El nuevo preparador del club portuense, José Peseiro (quien fue ayudante del también portugués Carlos Queiroz en el Real Madrid), ya ha arremetido contra Íker por unos errores que le han granjeado el apodo de «manos de mantequilla».