Dicen que las mujeres tenemos un sexto sentido y más cuando sentimos que nuestra pareja nos es infiel, sin embargo a pesar de tener el presentimiento no contamos con las pruebas necesarias para confrontarlo.
Pero ¿por qué estamos tan seguras? De acuerdo con los científicos, las mujeres hemos desarrollado la capacidad de hacer evaluaciones precisas de los hombres ¡con tan solo mirarlos a la cara!, es como si nuestros ojos se hubieran convertido en un detector de mentiras e infidelidades.
La Universidad del Oeste de Australia (UWA, por sus siglas en inglés) realizó un estudio en el que muestra que existe una mayor visión de las mujeres respecto a sus potenciales parejas, debido a que nosotras podemos descubrir si nuestra pareja nos es infiel con tan solo mirarlo aunque él esté en otro sitio, y por el contrario, los hombres carecen completamente de esta habilidad.
¿Cómo hemos desarrollado esa habilidad?, pues una vez más se lo debemos a la evolución genética, asegura el profesor Leigh Simmons, director del Centro de Biología Evolutiva de la UWA.
Para llegar a estas conclusiones se analizaron las reacciones de 34 mujeres y 34 hombres a quienes se les mostró 189 fotografías de rostros caucásicos y se les preguntó por el nivel de confianza que inspiraban las personas de las imágenes, de las que además, solo los examinadores conocían su historial sexual.
Los resultados señalan que la clasificación de las mujeres orientada hacia hombres que engañan a sus parejas, fue relativamente acertada, equivocándose tan solo 38%, mientras que ellos erraron 77%.
Gracias a esta investigación los hombres infieles dejarán de decir que sus parejas están «alucinando e inventándoles historias románticas con otras mujeres», pues dicen portarse bien.
La investigación también demostró que, de acuerdo con la percepción de las personas evaluadas, su nivel de confianza hacia otros individuos aumentaba de acuerdo a lo atractivas que eran, es decir, las personas más atractivas inspiraban mayor confianza y tenían menos probabilidades de que detectaran si eran infieles o no.
Así que nenitas, más vale que tengamos las antenas bien puestas, pero como dicen «ojos que no ven, corazón que no siente» y cada una, en el fondo, conocemos a nuestras parejas y sabemos hasta donde pueden llegar, solo depende de nosotras permitir hasta donde ellos pueden llegar con nosotras.