Los astronautas que habitan la Estación Espacial internacional (ISS, por sus siglas en inglés) han logrado que crezca la primera Flor en el espacio: una zinnia. Así lo ha anunciado este sábado por la noche el astronauta Scott Kelly, que se ocupaba de sus cuidados, en Twitter: «La primera flor que crece en el espacio hace su debut».
Kelly, que se convirtió en el ‘jardinero’ de la Estación Espacial Internacional al encargarse de la instalación dedicada al cultivo de plantas, se ha mostrado orgulloso en Twitter del florecimiento de esta zinnia anaranjada. «Sí, hay otras formas de vida en el espacio», escribió.
Esta flor no es el único vegetal que han conseguido cultivar en el espacio. Desde mayo de 2014, la Estación Espacial cuenta con una instalación dedicada al cultivo de plantas, donde ha crecido también una especie de lechuga romana roja, de la que se alimentan los astronautas. Sin embargo, no fue fácil lograr que una simple lechuga creciera en condiciones de microgravedad. «Perdimos dos plantas debido a la sequía en la primera cosecha», indicó Trent Smith, director de este proyecto, denominado Veggie. Los errores permitieron a los astronautas aprender de ellos y corregirlos para posteriormente atreverse a dar el siguiente paso: cultivar una zinnia.
Esta flor no fue elegida al azar o por sus colores brillantes. «La planta de Zinnia es muy diferente de la lechuga», manifestó Trent Smith. «Es más sensible a parámetros ambientales y características de la luz, tarda más en desarrollarse, entre 60 y 80 días. Por lo tanto, es una planta más difícil de cultivar, y al permitir que florezca, en paralelo a su crecimiento, puede ser una buena precursora de una planta de tomate».
Astronautas anteriores a Kelly ya habían llevado a cabo experimentos con plantas en órbita, una experiencia que une a los tripulantes de la Estación Espacial. En 1996, la astronauta de la NASA Shannon Lucid consiguió que crecieran tallos de trigo en la estación espacial rusa Mir y lo celebró con toda la tripulación, que se apresuró en inspeccionar las cabezas de semillas en las puntas de los tallos.
En 2014, cuando se cosechó el primer lote de lechuga en la ISS fue celebrado por su tripulación. Con el segundo lote, cosechado en agosto, a los astronautas se les permitió comer la lechuga, se reunieron y lo compartieron con otros socios internacionales en la estación.