Cuando se trata de perder grasa, todos se centran en los alimentos de la dieta pero pocos se fijan en la cantidad de agua que se bebe.
Beber menos agua de la necesaria es uno de los errores más comunes que se comete. Si bebemos menos agua de la recomendada puede ser que no se queme toda la grasa que queremos. Ahora, explicaré la importancia del agua para perder grasa. El agua ayuda a sentirnos llenos y acelera el metabolismo. Si bebemos la cantidad necesaria tendremos menos sensación de hambre e ingeriremos menos calorías que si bebemos poco agua.
Cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, intenta por todos los medios retener al máximo el agua que le llega y hace aumentar la retención de líquidos en zonas de cintura, cara y tobillos. Esto nos lleva a vernos más pesados e hinchados con lo que nuestra motivación para conseguir el objetivo cae en picado. Si no bebemos suficiente agua los riñones no funcionarán correctamente con lo que el hígado tendrá que funcionar por partida doble.
No sólo tendrá que hacer sus funciones sino además eliminar todas las toxinas con lo que le haremos funcionar en exceso y el metabolismo de las grasas se verá afectado. Al realizar un ejercicio intenso o largo, se agotan los niveles de glucógeno.Para recargarlos y que los músculos puedan trabajar correctamente se necesitan unas cantidades de agua determinadas. Si no se ingiere, los músculos se verán afectados lo que provocará calambres musculares y llevará el ejercicio y retrasar la pérdida de grasa.
Muchas ocasiones no sabemos porque nos duele la cabeza, porque estamos tan cansados o porque tenemos tantas rampas y calambres. Puede ser, que simplemente estáis deshidratados. Beber la cantidad de agua suficiente ayudará a que perdáis grasa de forma correcta.