El joven británico, Thomas Townsend de 16 años, perdió la vida en agosto del 2015, su caso aún no estaba cerrado y hace algunos días se informó que Townsed murió por inhalar gas butano, presente en los desodorantes corporales.
El joven tenía la costumbre de usar mucho desodorante en lugar de bañarse, incluso, la policía encontró 42 latas de desodorante en la vivienda de la víctima. Usaba una lata por semana. No sabía que tenía tantas en su cuarto, pero él era un gran acaparador, declaró su madre, Sally Townsend.
Townsend murió en una casa dedicada a cuidar menores, los cuales no pueden vivir con su familia por alguna razón u otra, el centro estaba ubicado al oeste de la ciudad de Londres, en el condado de Kent (Reino Unido). La víctima, se supo, tenía historial de automutilación, pero no tendencias suicidas.