Las extenuantes jornadas laborales junto a tus compañeros de trabajo pueden llegar a propiciar el amor. La cercanía y la atracción pueden hacer que caigas bajo el hechizo de la flecha de cupido.
Sin embargo, el camino que comienza para las dos personas flechadas puede llegar a ser muy pedregoso o muy tranquilo. Todo depende de cómo se le mire.
Quisimos ver las dos caras de la moneda, y estas fueron las historias que nos contaron. ¿Te identificas con alguna?
«El amor estaba justo al frente de mi puesto de trabajo»
Juanita es una mujer de aproximadamente 30 años que conoció a su media naranja en el lugar de trabajo. Ella nunca imaginó que aquel chico apuesto al cual veía todos los días sin pretensiones, podría convertirse en su pareja estable.
En principio, solo cruzaban un par de palabras relacionadas con el trabajo, pero posteriormente, tras las salidas a almorzar, fueron forjando una amistad que cada día se veía más interesante.
Al cabo de unos meses y varias salidas a cine y a bailar, Juanita y su compañero comenzaron una relación formal. Aunque al principio no querían dejarla al descubierto, con el tiempo y las suspicacias de sus compañeros, se aventuraron a hacerla pública.
Para Juanita no fue del todo fácil llevar su relación en el ámbito laboral, de hecho, hubo muchas personas que interfirieron de manera negativa. Sin embargo, para ella hay algo muy positivo y es que luego de trabajar por más de 1 año juntos, pudo conocer su faceta profesional y confiar plenamente en sus capacidades y talentos. Además del gusto, el cariño y la complicidad, Juanita puede decir, sin dudarlo, que ante todo, lo admira como ser humano y como profesional.
Álvaro y su karma laboral
Por otro lado está Álvaro, un joven de 27 años que también sostuvo un amorío con una compañera. Sin embargo, esta historia duró poco tiempo. Aunque al principio había mucha emoción y ganas de entregarlo todo, al cabo de un tiempo, Álvaro decide terminar su relación, planteada en la clandestinidad, algo que su compañera no aceptaba del todo.
Al terminar la incipiente relación, Álvaro rompe el corazón de su compañera y como compartían amigos de almuerzo en común, las relaciones se tornaron tensas a tal punto de afectar el clima laboral.
Hoy día ambos no logran establecer espacios en común para compartir. La ex novia del protagonista de esta historia tiene planes de renunciar a la empresa con el fin de dar un poco de color a su vida y mejorar su salud emocional. Álvaro continúa laborando con el claro aprendizaje de no tener de nuevo una aventura amorosa en el trabajo.
Si vas a emprender un amorío entre archivos, documentos importantes y reuniones, lo mejor es que analices con mucha cautela todos los aspectos. Si bien el amor en la oficina ofrece felicidad; la madurez, la cautela, la discreción y el respeto son las principales recomendaciones para «guardar como» o definitivamente darse cuenta y hacer clic en «archivo nuevo».