La necesidad de aprobar un complicado examen de conducción para obtener la licencia de conducir ha llevado a algunas personas a conseguir clases de manejo a cambio de relaciones sexuales.
La única condición es que ambas partes sean mayores de edad, detalla el portal DutchNews.
Este tipo de actividad ha llamado la atención de los políticos locales, quienes no pueden considerar este intercambio como prostitución pues el pago no se hace con dinero, sino con clases para pasar el examen de conducción.
Se cree que quienes ofrecen este servicio a cambio de sexo con sus clientas es un pequeño grupo de técnicos de computación (todos hombres) que contactan a los interesados a través de las redes sociales.
El Ministro de Justicia, Ard van der Steur, y el de Transporte, Melanle Schultz, son los principales opositores de este tipo de transacciones, mismas que suceden en el marco de una complicada pugna entre políticos conservadores y liberales.