Samuel Roberts, de 3 meses de nacido, sufre una condición genética tan grave que un beso de su madre podría matarlo y por eso se encuentra aislado dentro de una burbuja esterilizada, relató el diario Mirror.
El cuerpo de Samuel no puede combatir las infecciones, ya que sufre de Inmunodeficiencia Severa Combinada. Usualmente, los bebés que nacen con esta condición mueren dentro de los primeros meses de vida.
Pamela Roberts, madre de Samuel, dijo al diario Liverpool Echo, que ella y su familia, residentes en Prescot, Liverpool, ya conocían la condición del pequeño antes de que naciera. Durante el embarazo se realizó varios estudios, ya que su hermano posee la misma enfermedad y al ser una condición hereditaria que solo afecta a los hombres, querían asegurarse del estado del bebé.
Samuel tendrá que ser sometido a un trasplante de médula ósea, que le ayudará a desarrollar un sistema inmune saludable.