Las prisas y una inadecuada iluminación no son de mucha ayuda a la hora de maquillarnos.
La idea del maquillaje es hacernos ver bonitas de la manera más natural posible, pero ¿qué pasa cuando cometemos errores?
Cejas, ojos, rímel, delinedor, rubor, todo influye a la hora de maquillarnos, pero no somos perfectas y en algún momento cometeremos un error.
Te presentamos algunos tips para que corrijas de antemano los errores más comunes que cometemos las mujeres algunas las mañanas.
Toma nota:
Base: Muchas veces el maquillaje líquido, en barra o en polvo no cubre adecuadamente todas las zonas de nuestra cara y cuando estamos en lugares bien iluminados esto se nota mucho. Lo más recomendable es usar una base líquida ligera, la cual debes combinar con tu crema humectante para lograr que se cubra todo a la perfección.
Delineador: Muchas veces no conseguimos un delineado parejo, un lado queda más grueso que el otro, nos manchamos y pasamos miles de veces el pincel para alcanzar algo similar en ambos ojos. La mejor solución es adquirir un delineador de secado rápido con punta gruesa -tipo plumón- y así lograr los mejores resultados desde la primera aplicación.
Sombras: En ocasiones las sombras en polvo dejan residuos en tus mejillas que no notas hasta que te aplicas el rubor y las embarras todas. La solución: coloca un algodón debajo de tu ojo para que ahí caigan los residuos de color; también puedes usar sombras en gel o rol on.
Rubor: Por alguna extraña razón no calculaste la cantidad de rubor a aplicar y ahora ¡pareces un payasito! Usa un poco de polvo traslucido, aplícalo con una brocha -que no sea la misma del rubor- y pásala hasta eliminar el exceso de color.
Grumos: Los molestos grumos en las pestañas nos quitan tiempo y hasta pueden arruinarnos nuestro rímel. Aplica tu máscara como normalmente lo haces y dale otra pasada con un aplicador seco mientras la pintura este fresca.
AGENCIAS
