Alimentos que no son tan sanos como creías

Si quieres decirle adiós a las llantitas, primero vas a tener que despedirte de estos alimentos.

Ciertos alimentos suelen ser vendidos como opciones ‘sanas’, pero eso dista mucho de la realidad. De hecho, ¡podrían hacerte subir de peso!

Es bastante obvio que si queremos bajar de peso tenemos que decirle adiós a ciertos alimentos grasosos, demasiado dulces o demasiado salados, pero los expertos aseguran que el problema podría ir aún más lejos.

A pesar de lo que la mercadotecnia nos diga, algunos de estos alimentos incrementan nuestros niveles de calorías diarias, mientras que otros simplemente son un riesgo para nuestra salud. ¡Cualquiera de ellas es razón suficiente para decirles adiós!

Intercambiar estos alimentos por otras opciones más sanas e incluso más ricas no es tan difícil como podrías creer, lo único que necesitas hacer es cambiar tus hábitos lentamente y reemplazar lo malo con algo mejor.

Toma nota:

Harina: Los productos hechos con harina suben tus niveles de azúcar además de que no cuentan con ninguna clase de nutrientes. Sustituye estos productos por otros de harina integral. ¡Las opciones son infinitas! Siempre que tengas la posibilidad de elegir harina integral en lugar de harina de trigo, ¡házlo!

Yogurt: ¿Sabías que varias marcas de yogurt contienen tanta azúcar como una paleta o un dulce? Aunque no lo creas, los fabricantes suelen utilizar bastante más azúcar de la necesaria para que el producto sepa más dulce. ¿Quieres una opción más sana? Busca jocoque o yogurt griego y añade un poco de miel para que sepa aún más rico.

Frutas secas: Las frutas secas suenan como un alimento inofensivo, pero no siempre es así. Además de que ya perdió ciertas enzimas encontradas en la fruta en su estado natural, se les suelen añadir endulzantes y una enorme cantidad de preservativo. La opción lógica es consumirla fresca. No sólo es más sana, ¡también es más rica!

Ensaladas preparadas: El hecho de que lleve el nombre de ensalada, no significa que debas comprarla. De hecho, ¡algunas ensaladas tienen más calorías que una hamburguesa! El secreto se encuentra en alejarse de todo lo que contenga demasiada carne, queso, tocino, crutones y aderezo. Si tú misma la preparas, tendrás el control de lo que comes.

Granola: Si creías que por consumir un producto de granola, automáticamente serías más sana, ¡te equivocas! La mayor parte de la granola que venden en las tiendas tiene demasiada azúcar, grasas y calorías, además de ser muy baja en vitaminas y minerales. Es muy difícil de digerir, lo que puede causar inflamación, gases y otros problemas estomacales. Sustituye las barras de granola por barras de cereales ricos en fibra. Si quieres algo aún mejor, prueba con las almendras.

AGENCIAS