Ashley Powys, un joven de 22 años, iba montado en el metro camino hacia su casa tras un largo día de trabajo cuando sin quererlo se convirtió en el héroe de la jornada.
En el vagón iba una chica musulmana que llevaba una hija que le cubría la cabeza y que estaba sentada en frente de él. Otro chico que también viajaba con ellos empezó a mirarla fíjamente y cuando ella le correspondió la mirada, el chico se acercó a ella y empezó a insultarla de forma fuerte y contundente.
Sin pensarlo, Ashley se levantó y empujó al chico de los insultos porque ya se estaba acercando demasiado a ella y se sentó al lado de la joven para consolarla.
Ella empezó a llorar y él la tranquilizó y acompañó hasta su destino final, donde otros amigos la estaban esperando.
Tras el incidente, Ashley subió un mensaje a su cuenta de Facebook explicando el incidente, que se ha hecho viral.
Telemundo
