Una serie de estudios asegura que las parejas que duermen en camas separadas, tienen una vida marital más prolongada.
Incluso, se han escrito libros que indican que el dormir separados no significa que termine la relación, sino todo lo contrario, como explica Jennifer Adams en Sleeping Apart, Not Falling Apart.
La terapeuta familiar Elena Konstat dijo que desde el punto de vista psicoanalítico, si haces que tu pareja se vaya a la otra cama, lo estás inconscientemente rechazando.
Sin embargo, otros consideran que dormir en cuartos separados mejora la funcionalidad física y mental, porque el descanso es vital, y evita incomodidades como los ronquidos.
Por eso, igualmente, la psicóloga reconoce que si haces un divorcio nocturno, vete a dormir a la otra cama, vete a dormir al otro cuarto, para que yo pueda descansar, eso es positivo también.
Las parejas tienen que escoger qué es lo que mejor les queda a ellos para que puedan tener una relación sana. Las camas no van a hacer la felicidad, la felicidad la hacen las parejas, concluyó Konstat.