Hay pocas personas en la industria del cine que hayan hecho tanto por difundir las bondades de su lugar de nacimiento como Antonio Banderas. Como él mismo decía este mismo año en su discurso de aceptación del Goya de Honor, «todo lo que tengo se lo debo a mi profesión, a la que preferiría denominar vocación, pero mucho más importante que esto, lo que realmente le debo no es tanto lo que tengo, sino lo que soy.»
Desde que debutara en el cine con Laberinto de Pasiones en 1982 la carrera del malagueño no ha hecho más que crecer, rompiendo incluso algunas barreras que los actores españoles parecían tener prohibidas; trasladarse a la Meca del Cine y convertirse en una estrella internacional por méritos propios.
Banderas ¿el futbolista? El cine no fue la primera pasión de Antonio. En su juventud, el malagueño soñaba con jugar al fútbol profesionalmente, y lo cierto es que iba camino de conseguirlo hasta que una lesión en un pie, con tan sólo 14 años, frustró sus primera vocación. Aunque apuntaba a debutar en el equipo de su ciudad natal, el verdadero sueño de Banderas era jugar en el Real Madrid.
Problemas con el franquismo. Una vez descartado el sueño deportivo, Antonio se centró en la interpretación. La película que le había arrastrado a esa pasión era el musical Hair y llegó a participar en varias obras teatrales cuyo mensaje no se llevaba del todo bien con el franquismo, que daba sus últimos coletazos a finales de los años 70. Lejos de autocensurarse en los escenarios, Banderas pasó varias veces por el calabozo por su manera más moderna de pensar.
Su relación con Almodóvar. La carrera de Antonio Banderas está estrechamente ligada a la del célebre director manchego. No sólo le hizo debutar en Laberinto de Pasiones y llegó a protagonizar un puñado de sus películas en la década de los 80, sino que fue un filme de Almodóvar, Átame, el que catapultó la fama internacional del actor malagueño. Su llegada a Hollywood se la debe principalmente a esta película de 1990.
En la cama con Banderas. Además de a Almodóvar, Banderas le debe a Madonna parte de su fama en la Meca del Cine, pues esta le incluyó en su experimento documental En la cama con Madonna, donde la Ambición Rubia quedaba totalmente prendada del malagueño. Como ella misma declaraba, y tras fracasar a la hora de seducirlo, «no puede ser tan perfecto; la tendrá pequeña».
Nuevo en Hollywood. Banderas desembarcó en Hollywood por la puerta grande, trabajando en grandes producciones como La Casa de los espíritus o Philadelphia, en la que hacía de pareja de Tom Hanks. Su determinación estaba puesta en hacerse un nombre en la industria americana, pero existía un problema: Antonio no dominaba el inglés. Por ello, en sus primeros papeles, tuvo que aprenderse fonéticamente sus líneas. Por supuesto, con el paso del tiempo eso dejó de ser un problema.
Amor por Málaga. Antonio siempre ha llevado con orgullo sus raíces españolas y más concretamente las malagueñas. Allá donde va repite las bondades de su tierra natal y vuelve cada vez que puede para estar en contacto con los suyos. Se le ve siempre muy comprometido en la Semana Santa Malagueña. Es hermano de la Archicofradía del Paso y la Esperanza y de las Cofradías Fusionadas, donde participa cada año como Mayordomo del Trono de la Virgen de Lágrimas y Favores durante el Domingo de Ramos.
Actor, director, productor, cantante, guitarrista… Antonio Banderas es la confirmación de que ningún sueño es pequeño si tienes la pasión para dedicarte a él.
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