«Mi padre siempre estaba borracho temprano por la mañana y era complicado tener una conversación normal con él. Nunca la tuve. Estaba frustrado porque quería un padre diferente». Así habla Cristiano Ronaldo en el documental sobre su vida que la misma estrella del Real Madrid anunció en su perfil de Twitter hace solo un mes. El rodaje estuvo rodeado del más absoluto secreto hasta el último momento. Ni tan siquiera muchos de sus compañeros de vestuario estaban al tanto de la película, que se presenta este 9 de noviembre en los cines con el siguiente reclamo: «Conoces el nombre, conoces la leyenda, pero no conoces al hombre».
«Me llevó alrededor de un año y medio contactar con la gente de Cristiano y conseguir ese punto de confianza tan importante para que el jugador se fuera haciendo a la idea de lo que queríamos de él, que era, en definitiva, mostrar esa parte de su vida nunca vista, saber quién estaba detrás de la fachada y conocer a la persona», cuenta a ABC el director, Anthony Wonke.
Y lo consiguió de tal manera que, lo que en un principio iba a ser un rodaje corto, se alargó hasta los 14 meses de grabaciones con un acceso sin precedentes a su familia, a sus mejores amigos, a sus colaboradores más cercanos y, sobre todo, a Ronaldo que no puso ninguna restricción acerca de lo que se podía hablar en la película producida, con Universal detrás, por los responsables de los aclamados «Amy» y «Senna».
El dolor del Balón de Oro de Messi
Él mismo habla abiertamente no sólo de cómo le afectó de niño el alcoholismo de su padre y de su muerte por cirrosis, sino también de cómo vivió su adolescencia sin la figura de éste, de su marcha a Lisboa y a Manchester dejando a su familia detrás, de la decisión de tener un hijo, de cómo vive las derrotas y hasta de cómo le afecta su eterna rivalidad conMessi: «Verle ganar el cuarto Balón de Oro fue difícil para mí», confiesa en la película, que se estrenará en las salas de medio (incluidos 20 cines en España, pero solo el 9 de noviembre) y que ya se puede reservar en DVD.
Un viaje hacia la intimidad del delantero, con imágenes inéditas y conversaciones profundas, donde quedan reflejados los dos Ronaldos: el insaciable ganador lleno de ego («hay gente que me ama y me odia, pero es parte del proceso de ser el mejor») y la persona desconocida que hay detrás.
A lo largo de 80 minutos, la estrella comparte protagonismo con su madre,Dolores Aviero («con 16 años sentí que lo abandonaba», confiesa conmovida); con un hermano que cuenta su pasada adicción a las drogas, de la que el delantero le ayudó a salir; con su representante, Jorge Mendes(«le conocí con 16 años y es parte de mi familia, el mejor, el Cristiano Ronaldo de los agentes», dice el jugador); y muy especialmente con su hijoHugo, muy presente todo el rato. «Hay muchos niños que nunca conocen ni a su padre ni a su madre. Tener solo un padre es suficientemente bueno», defiende Ronaldo, consciente de que la desconocida identidad de la madre. No hay rastro, sin embargo, de Irina Shayk, con quien todavía mantenía una relación al principio del rodaje.
Pero ahí están las escenas nunca vistas en la intimidad de su casa, acostando a su hijo, llevándole al colegio entre juegos y risas o charlando con él tranquilamente («no quiero que seas portero, ¿estás de broma o qué?»). Por momentos, el filme puede llegar a pecar de amable con la imagen del delantero. «No hay nada que no le preguntara. Sé que a mucha gente no le gusta Cristiano Ronaldo y él es consciente de que tiene muchos críticos, por eso pensó que este documental era la oportunidad de decirles: ‘Después de ver esto todavía me podéis odiar, pero al menos habréis tenido la curiosidad de saber quién soy’», defiende Wonke.