La prensa noruega descargaba el viernes su furia contra Justin Bieber, quien la víspera abandonó el escenario tras cantar una sola canción, frustrando a un millar de adolescentes que asistían al concierto en Oslo.
El cantante canadiense, de 21 años, interrumpió el miniconcierto después de haber interpretado su éxito «Boyfriend», irritado por el lanzamiento de agua por parte de fans enloquecidos.
Las imágenes capturadas por los teléfonos móviles le muestran secando el suelo con su camisa e intentando, parece que en vano, razonar con las jóvenes espectadoras que lanzaban agua. «Da igual. Se acabó. No voy a dar el concierto», dijo al tiempo que daba media vuelta y tiraba su chaleco al suelo.
Los medios noruegos no dejaban de mostrar la escena este viernes y de entrevistar a jóvenes desconsoladas. La cadena TV2, que había organizado el concierto, hablaba de «escándalo» y de «fiasco», y el diario Adresseavisen de un «drama lleno de lágrimas».
Bieber se disculpó en la red social Instagram.
«Por desgracia, ha sido una semana dura para mí, con largos días sin poder dormir. No siempre manejo bien las cosas, pero soy humano y me esfuerzo por mejorar».
El ‘enfant terrible’ del pop acumula extravagancias fuera y dentro de los escenarios. En 2013 en Argentina agredió a un fotógrafo y fue expulsado del hotel. En Estados Unidos, donde vive, fue detenido el año pasado por conducción peligrosa y condenado a dos años de libertad condicional por haber lanzado huevos contra la casa de un vecino en Los Ángeles.
Además, el cantante canadiense también fue noticia esta semana en España y más allá de las fronteras ibéricas por el desplante que hizo en un programa de radio.
El artista visitó el programa No te pierdas nada de la cadena Los 40 Principales y en un momento dado tras conversar con el locutor, no le hizo mucha gracia una de las cosas que le dijo por lo que se levantó de la silla para ir al baño y nunca regresó a la cabina.
Agencias