Calvin Mitchell se presentó a la salida de un teatro de Nueva York donde se encontraba la presentadora. El incómodo momento que fue tapa de todos los diarios. La relación que los une.
No se veían desde hacía 20 años. Su relación estaba rota, pero Calvin Mitchell se presentó ante The National Esquirer como el hijo de Oprah Winfrey. La popular presentadora admitió que existía un vínculo personal e íntimo con el joven. Pero sin embargo, negó que fuera su «hijo secreto».
Al parecer, el vínculo «materno» de Winfrey comenzó en el inicio de los años 90 cuando la conductora estrella de los Estados Unidos quedó encantada con la historia del joven y la de su familia. Incluso, en el programa Entertainment Tonight, la mujer de 61 años confesó que luego de ese fugaz y repentino encuentro pensó en volver a tener bajo su tutela a Calvin. Sin embargo, dio marcha atrás en su decisión al enterarse que el joven había montado su reaparición junto al diario sensasionalista norteamericano.
«Conocí a Calvin en los comienzos de los noventa. Creo que fue en 1992. Estaba haciendo una película para televisión llamada No hay niños aquí. Estábamos filmando los proyectos en Chicago y estaba sentada en el set durante un descanso, y este pequeño muchacho con lindos ojos brillantes vino por debajo de la cinta amarilla para pasarme una lata de refresco», contó la estrella de la TV de los Estados Unidos, cuya fortuna está calculada en 3 mil millones de dólares.
Fue en ese momento en que Winfrey quedó encandilada con Calvin, preadolescente. Empezó a hablarle sobre su familia, su vida escolar y descubrió que su madre estaba sin trabajo y que estaba en peligro. Fue en ese momento en que se preocupó por ellos: le consiguió un empleo fijo a la mujer y anotó al jovencito en un colegio privado para que mejoraran su educación.
Pero tampoco resultó ser la solución para Calvin. A Winfrey la llamaron del instituto al que debía concurrir para avisarle que no estaba cumpliendo con los horarios. Fue entonces cuando se dirigió a su casa y se dio cuenta de que no tenían relojes para saber a qué hora despertarse. «Salimos, Stedman (Graham, su pareja) y yo, y fuimos a K-Mart en ese momento, compramos una bolsa llena de relojes, volvimos a la casa, les explicamos cómo programar la alarma y todo eso», reveló.
Tiempo después, Mitchell fue expulsado del colegio. Oprah le explicó lo desilusionaba que estaba por la situación, pero le dijo que le daría «otra oportunidad». Fue entonces que lo anotó en The Piney Woods School, en Mississippi. Pero a los 17 años lo abandonó.
La decisión de enviarlo a Mississippi no fue al azar. Winfrey pensó en sacarlo del ambiente en el que se encontraba y por eso decidió enviarlo a ese internado. «Pensé que si podía sacarlo del ambiente en el que estaba acostumbrado a crecer eso podría ayudarlo». Pero los problemas continuaron, y a los 16, Calvin le dijo que no quería continuar allí, porque, según él, «las maestras» no lo «querían».
El ultimatum de la conductora de TV fue absoluto. Le explicó que ella no podía sacarlo de ese internado y ponerlo en otro. Que ya había hecho eso dos veces por él y que a los 16 años debía saber que estaba ante un «momento seminal» en su vida. «Si dejas esta escuela, hasta aquí llego. No hay nada más que pueda hacer», fueron sus palabras en ese momento.Ésa fue su última conversación con Calvin.
Según contó Mitchell a diarios norteamericanos, luego de que su relación con Oprah terminara, su vida se volvió aún peor. Se volvió depresivo y pensó en ocasiones suicidarse. Al abordarla en la salida del Teatro Ed Sullivan de Nueva York, le dijo: «Perdón, perdón, pero es la única manera que tengo de estar en contacto contigo». La reacción de Winfrey difiere según quien la cuenta. La mujer asegura que le dijo a uno de sus colaboradores que le pidiera su teléfono para llamarlo luego. Mitchell afirma que le dijo: «Calvin, cuídate».
Oprah dijo sentirse «decepcionada» por la manera en que Calvin vendió ahora su historia a los tabloides. Cuando él se le acercó a la salida del teatro. Según contó la presentadora mejor paga de los Estados Unidos, la historia de este jovencito fue lo que la inspiró para abrir en 2007 su Academia de Liderazgo para Chicas. «Aprendí de esa experiencia, de que si realmente quieres cambiar la vida de alguien, debes pasar suficiente tiempo con él para lograrlo. No es suficiente darle a una persona una nueva vida o dinero o un auto nuevo. Debes enseñarle a pescar», indicó la mujer.
Pero la madre de Calvin cuenta otra historia. Dice que Oprah le pidió adoptar a su hijo como propio. «Me sentí extraña porque sentía que alguien quería ayudarme con mis hijos y eso es una cosa. ¿Pero en realidad adoptar a uno sabiendo que tengo otros? No podía permitir que me separara de él», contó Eva Mitchell. Y reveló que la conductora le enviaba regalos con la inscripción: «Para mi hijo Calvin, te amo». Tarjetas que aún tiene guardadas.
Infobae