Por primera vez en la historia se reta el reloj biológico de ser humano: una mujer ha alterado sus genes para hacerse más joven. El nuevo experimento científico constituye un extraordinario ejemplo de los últimos logros de la biotecnología.
La científica estadounidense Liz Parrish es la primera mujer que se ha atrevido a desafiar su reloj biológico: se ha presentado como voluntaria para que le introduzcan un material genético que entra en el núcleo de sus células y realiza una serie de cambios que logran detener el proceso de envejecimiento. En consecuencia, su organismo rejuvenece.
En una entrevista a Longevity Reporter, la científica afirma ser consciente de los posibles riesgos para su salud que puede acarrear haber sido la primera persona en participar en el experimento, pero señala que en caso de tener éxito estará ayudando a miles de personas y el avance biotecnológico será espectacular.
Parrish, de 44 años, forma parte del Consejo de la Alianza Internacional de Longevidad (International Longevity Alliance), y es la fundadora de la empresa biotecnológica BioTrove Investments LLC y BioTrove Podcasts, que se dedica a realizar estudios de medicina regenerativa.
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