Comediante británica se tatúa los senos tras sufrir cáncer

Nikki Black tenía 23 años cuando le fue diagnosticado cáncer de mama. Cuenta que,por su edad, a la enfermera que le dio los resultados del estudio le costó mucho darle la noticia.

Hoy, con 25 años y habiéndose sometido a una doble mastografía, la bella comediante británica ha logrado sobreponerse y, asegura que pudo volver a tomar control de su cuerpo gracias a que cubrió sus cicatrices con un par de tatuajes.

Los grabados que Black se realizó son una serie de imágenes son flores y peces japoneses que forman dos corazones.

Al mostrar sus senos tatuados, la chica de alocada cabellera azul espera ayudar a más mujeres que han pasado por el trago amargo de someterse al tratamiento para superar la enfermedad puedan recuperar la confianza en ellas mismas y las ganas de vivir.

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Respecto a cómo la ha ayudado su profesión, la joven sostiene que el humor la ha ayudado en esta experiencia. “Cuando hice mi primer show luego de que me diagnosticaron cáncer fue muy liberador el reírme. Fue una forma de sentirme libre”, aseguró al diario británico The Independent.

A pesar de decidir que quería portar implantes sintió que perdía control sobre su cuerpo así que decidió que quería tatuarse algo especial.

“Tatuarme fue una forma de retomar el control sobre mi cuerpo. No quería el cuerpo que tenía antes del cáncer, pero quería sentir que este cuerpo me pertenece”, aseguró.

El diseño no sólo fue de la comediante, familia y amigos le ayudaron a crearlo con lo que se volvió aún más especial.

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