Un grupo de bromistas brasileños aprovechó los altos índices de robo de bicicletas en la urbe carioca para dar un castigo ejemplar a los ladrones.
Primero, amarraron una bicicleta a un árbol con un cordón difícil de ver a primera vista. Luego, la dejaron sin cadena en un parque para servir como anzuelo.
Al cabo de un rato de esperar, varios ladrones aparecieron en la escena para robarse la bicicleta sin que nadie se diera cuenta.
Desgraciadamente para ellos, a pocos metros de pedalear con su botín, el cordón entra en acción y jala la bicicleta, tirando de bruces a todo aquél que haya osado pensar que robar era buena idea.
Claramente desorientados por la violenta caída, los ladrones huyen del lugarmientras el dueño de la bicicleta los persigue.
Probablemente ésta sea una buena manera de ‘cazar’ ladrones de bicicletas en las ciudades donde este tipo de crimen es más común.
Agencias
