Esta familia ya ha causado controversia por haber adoptado un estilo de vida diferente, llamando la atención en Europa. La idea surgió del alemán Raphael Fellmer de 29 años. Quien propuso una forma de vida completamente fuera de los patrones consumistas de la sociedad y su familia aceptó. Viven sin dinero y sólo comen alimentos que se encuentran en los vertederos de bolsas de basura de los supermercados.
La familia, compuesta por su esposa y un hijo, vive a través del sistema de intercambio, es decir, la residencia alquilada es proporcionada por un propietario que, en lugar de recibir el dinero, permite que paguen con tareas del hogar, como la jardinería y reparaciones en general, ya que viven en el sótano de la casa. Afirman que el único dinero que se necesita es para pagar sus cuentas tales como el agua y la luz, imposibles de negociar con el proveedor.
Raphael también comentó que el dinero sólo se utiliza en casos de extrema necesidad, y citó un solo evento que fue cuando su esposa estaba embarazada y se vio obligado a pagar un plan prenatal para monitorear el embarazo. Contrariamente a lo que mucha gente piensa, no tienen ninguna dificultad financiera, por haber nacido en una familia alemana de clase media alta.
Siendo licenciado en Estudios Europeos, Raphael asegura que a través de la conciencia social hay cosas más importantes que el dinero y que se puede vivir sin él.
Comentó, además, que el dinero no es más que una invención del hombre y que este sistema podría colapsar en cualquier momento. Raphael ha estado adoptando esta nueva forma de ver la vida para proteger a su familia, en caso de que el mundo completo entrara en caos por problemas en el sistema financiero mundial.
La idea original vino después de hacer un viaje con varios amigos a México sin tener que gastar un centavo. Intercambiaron servicios laborales de buques para conseguir transporte, y realizaron paseos en camiones en las carreteras. Cuando regresó a Alemania, la experiencia cambió radicalmente su vida y el concepto de lo que es esencial para la vida humana.
La comida siempre la recogen en los contenedores de basura, preferiblemente orgánicos. En Alemania, un número de mercados de países venden verduras orgánicas y la tendencia al consumo de este tipo de productos tiende al alza cada vez más. Dado que la gente por lo general prefiere las frutas y verduras que siempre lucen bien, así que los supermercados siempre terminan desechando fragmentos pequeños de estos vegetales orgánicos.
De acuerdo con la Organización para la Agricultura de las Naciones Unidas para la Alimentación; más del 30% de todos los alimentos producidos mundial son arrojados a la basura. En Europa, este nuevo estilo de vida está ganando impulso y más adeptos.
Y¿ tú serías capaz de terminar de vivir de esta manera?