Según EFE, la pasajera no había declarado que estaba en su 36 semana de embarazo. El avión se vio obligado a desviarse y aterrizar en Anchorage, Alaska, para que tanto el bebé como su madre pudieran recibir atención en un hospital.
El desvío del avión fue equivalente a más de un millón de dólares taiwaneses (33.000 dólares), según dice la aerolínea.
Todo apunta a que la pasajera fue a Estados Unidos para que su hijo naciera allí y obtuviera la nacionalidad estadounidense de manera automática.
La mujer fue deportada a Taiwán, y su bebé está a cargo de una familia amiga en EE. UU.