Ejercitarse y usar audífonos por largos periodos favorece la proliferación de bacterias u hongos en el conducto auditivo, así mismo superar los 60 decibeles puede generar un trauma acústico, trastorno regularmente irreversible, alerta el área médica de la delegación en Oaxaca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al practicar ejercicio la temperatura del cuerpo se eleva y al usar audífonos impedimos que haya ventilación oídos, es como si se usaran tapones.
De esta manera los gérmenes se reproducen más rápido y se incrementa tanto la producción de ceruman (cerilla) como el riesgo de sufrir inflamación (otitis externa) e infecciones de corta y larga duración, señaló Miguel Ángel Altuzar Figueroa, coordinador de Información y Análisis Estratégico.
Acotó que depende también del tiempo que se usen los audífonos y la calidad de los mismos. Si son antiguos será más fácil que aparezcan infecciones y si se usan por más de dos horas al día la posibilidad se multiplica, expresó el médico especialista del IMSS en el marco del Día Internacional de la Música.
Así mismo estar sometido a sonidos muy altos (por arriba de los 60 decibeles) puede generar un trauma acústico, puesto que las altas frecuencias no son percibidas por la calidad y fidelidad del audio que emiten estos aparatos, por lo que el incremento del volumen no duele ni parece afectar. La verdad es que en muchos casos se generar daños que son irreversibles.
Normalmente los seres humanos escuchamos sonidos con una intensidad comprendida entre los 30 y 40 decibeles pero cuando sobrepasamos la cifra de los 50 decibeles empezamos a sufrir daño en el oído interno con la disminución de la capacidad para escuchar frecuencias más agudas.
Todos nos exponemos a estridencias más altas que las recomendables, debido al tránsito de vehículos, motocicletas, máquinas de la industria de la construcción, inclusive a causa del murmullo que existe en una escuela o restaurante, que generalmente rebasan por mucho los 80 decibeles.
Por ello el médico especialista del IMSS insta a tomar medidas preventivas como: evitar someterse a altas estridencias (en la medida de lo posible), evitar tocarse lo oídos con objetos como lápices, pasadores o hisopos, pues la única zona que se debe de asear es el pabellón auricular y así evitar algún daño en la membrana del tímpano.
AGENCIAS