Jeremy y Rachelle Garrett decidieron no tener la ceremonia normal de una boda en su cuidad natal, con el fin de evitar la creación de un menú, lista de invitados y todos los demás arreglos. Mas bien viajaron a través de los glaciares de Islandia, exploraron cascadas y aguas termales en busca del lugar perfecto para intercambiar votos.
Después de viajar por gran parte del país, Jeremy y Rachelle sabían que finalmente habían encontrado el lugar perfecto. descubrieron las ruinas de una antigua iglesia, el único edificio para sobrevivir una erupción volcánica que tuvo lugar hace mucho tiempo. El flujo de lava de la erupción se separó y se fue alrededor de la iglesia de sparring ella. Entonces intercambiaron sus votos, Jeremy dio a Rachelle su anillo, y ella le dio el suyo. Se besaron, se abrazaron y saltaron de vuelta en la camioneta para continuar su aventura.
Al no tener que gastar mucho dinero en una espectacular boda, Jeremy y Rachelle contrataron al fotógrafo profecicional Troy Polilla, quien capturó los momentos más especiales del enlace matrimonial.
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