El actor Shia LaBeouf, que fue arrestado este viernes por embriaguez pública tras cruzar entre el tráfico en una concurrida calle de Austin (Texas), intentó evitar su detención asegurando a los oficiales -a quienes llamó estúpidos- que no podían detenerle porque uno de sus amigos había sido asesinado por las fuerzas del orden y, por esa misma razón, el departamento de policía de Los Ángeles solía hacer la vista gorda con él, según se lee en los documentos de su arresto obtenidos por el portal TMZ.
La extraña excusa no consiguió convencer a los policías y el intérprete comenzó a mostrarse «nervioso y violento» tanto con ellos como con un desconocido que estaba intentando grabar el incidente. Los oficiales tuvieron que detenerle para que no atacara a esa persona.
Shia intentó evitar por todos los medios que le metieran en un calabozo, llegando a asegurar que era un soldado y formaba parte de la Guardia Nacional, aunque finalmente se resignó a su suerte.
«Hagan lo que diablos tengan que hacer», les habría espetado a los oficiales.
Tras ello, el actor fue esposado y trasladado a la cárcel del condado de Travis.