Rogelio Andaverde, residente de Edinburgo, en la zona fronteriza de Texas, fue arrestado por fingir un secuestro, el cual finalmente únicamente se trató de un pretexto para salir de fiesta con sus amigos sin tener problemas con su esposa «regañona».
El matrimonio se encontraba dentro de su hogar cuando dos personas encapuchadas ingresaron al mismo, blandiendo armas de fuego. Los secuestradores se llevaron a Rogelio, dejando a la esposa aterrada.
Tras contactar a las autoridades, se inició una búsqueda que involucró a docenas de policías y un helicóptero, pero no se encontró huella del secuestrado.
Cuando Andaverde regresó a su hogar la mañana siguiente, señalando que los presuntos secuestradores habían tenido piedad y lo habían liberado, comenzaron las sospechas de los investigadores.
Bajo investigación, el hombre confesó que todo se había tratado de una estrategia para salir a tomar con sus amigos sin que su esposa se enojara.
El falso secuestrado fue liberado luego del pago de una fianza de más de 80 mil dólares. La esposa, por supuesto, no quedó nada contenta después de que su marido la tuvo con el Jesús en la boca hasta las 5 de la mañana del día siguiente, por el falso secuestro.
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